Calidad del aire interior y humedad relativa
Los ambientes interiores son muy importantes para nosotros, ya que pasamos el 90% del día en interiores.
La calidad del ambiente puede depender de las propiedades del aire que respiramos en el interior. En los edificios modernos la calidad del aire suele estar determinado principalmente por el sistema HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado).
Algunos de los parámetros más relevantes que nos aportan mayor confort y que nos indican nuestro nivel de comodidad pueden ser:
- La temperatura.
- La humedad relativa.
- La velocidad del aire.
- La concentración de CO2
- La concentración de microorganismos.
El rango permitido, aunque no es obligatorio, requiere de temperaturas de entre 20 y 27ºC y una húmedas relativa de entre 40 y 60%, con un nivel de CO2 inferior de 1000 ppm.
La correcta gestión de la humedad permite reducir las partículas de polvo en el aire al hacer que se adhieran a paredes y suelos. En los ambientes secos, permanecen en el aire más tiempo acentuando la sensación de sequedad y malestar.
A través del impacto sobre la transmisibilidad de bacterias y virus en interiores, la humedad relativa puede afectar a la salud de los ocupantes del edificio. Estudios demuestran que las condiciones de baja humedad pueden provocar una reducción en el rendimiento de los trabajadores que realizan tareas de oficina como lectura, actividades en ordenador, etc.
En resumen, la calidad del aire es un factor clave para el diseño de los sistemas HVAC en los edificios modernos. Una de las mejores herramientas disponibles para crear un ambiente interior que sea bueno para la salud es el adecuado control de la humedad relativa.
El control de la calidad del aire interior es beneficioso en su aplicación en numerosos tipos de edificios con un alto nivel de ocupación humana como son hospitales, oficinas, supermercados, escuelas, teatros, hoteles y nuestros hogares.
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