Usos y aplicaciones del acero inoxidable
El acero inoxidable es la mejor opción para equipamiento industrial debido a su alta resistencia a la corrosión además de su sus innumerables ventajas.
Entre las principales propiedades, destacamos su resistencia a la corrosión ya que posee gran afinidad por el oxígeno y reacciona con él, formando una capa pasiva evitando así la corrosión del hierro. Sin embargo, esta capa puede verse afectada por algunos ácidos dando lugar a que el hierro sea atacado y oxidado por otros mecanismos. Algunos tipos de acero inoxidable contienen elementos como son el Níquel y el Molibdeno.
El acero se caracteriza por un carácter moldeable, de calidad, perdurable en el tiempo y que garantiza zonas de trabajo libres de gérmenes y bacterias.
A continuación, explicamos algunos de sus usos más habituales:
Se emplea principalmente en cocina para cortar o preparar alimentos, aunque también como almacenaje en vitrinas frigoríficas, estanterías, estantes o armarios.
En zonas de lavado, el acero inoxidable soporta las temperaturas, es anti bacteriano y su limpieza y conservación es muy sencilla. En muchas empresas apuestan por el forrado de paredes en acero inoxidable, ya que protege eficazmente las paredes de proyecciones de agua, grasa o cualquier tipo de salpicadura.
En cuanto a equipamiento, el acero inoxidable está presente en elementos que facilitan el día a día en sectores como alimentación u hostelería. Por ejemplo lo vemos en carros de transporte, muebles, cafeteros, portabolsas, etc.
Otros usos del acero inoxidable podrían ser los pasamanos, las barandillas, las puertas y los portales, ya que garantizan la conservación.
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