Los diseños de los almacenes frigoríficos se tienen que establecer según los criterios de su uso, tales como capacidad de almacenamiento, posibilidades de recepción o de expedición de mercancías, operaciones internas, etc.

Las partes del almacén se deben mantener con temperaturas controladas, generalmente inferiores a la temperatura exterior.

Puede suceder que el almacén frigorífico tenga un carácter muy polivalente, entonces se han de evaluar datos del programa previsible de explotación. Estas condiciones se deben definir en el estudio previo.

Cuando se trate de una cámara frigorífica aislada, es necesario que se piorice las condiciones de servicio más severas, características de los revestimientos, instalación de rieles, medidas de entrada y salida de la mercancía, etc.

Por otro lado, cuando se trate de un almacén frigorífico industrial, con varias cámaras frigoríficas y con una o varias centrales frigoríficas, corresponde a la dirección del proyecto.

Por ejemplo, si pensamos en una central hortofrutícola conviene suministrar un calendario de recolección de variedades, evolución de existencias, planes de operaciones de maduración, atmósfera controlada, etc. Si por el contrario, se trata de un matadero, se tendrían que tener en cuenta datos como la distribución de días de sacrificio, tonelaje, variaciones estacionales, etc.

En resumen, para poder redactar el mejor pliego de condiciones es primordial definir un determinado número de características como las condiciones de almacenamiento, el medio ambiente, las dimensiones óptimas, las condiciones de almacenamiento, las manipulaciones en los almacenes frigoríficos, entre otras.