El evaporador es una parte indispensable en la producción de frío en la instalación. Se encuentra presente en todas las instalaciones frigoríficas que utilizamos en el día a día: nevera, aire acondicionado, congelador, etc.

Lo encontramos en el interior de las cámaras frigoríficas y se encarga de realizar el intercambio de calor entre los fluidos refrigerantes. Entre los refrigerantes más comunes destacamos: R-134A, R-404A, R-507, R-417A, R-422D, R-424A, R-427A, Glicol, Dióxido de Carbono y Amoniaco.

Existen diversos tipos según el tipo, el tamaño o el diseño. Para poder elegir el evaporador que mejor se adapte a la instalación, hay que tener en cuenta diversos factores como el refrigerante, el almacenamiento o el uso. Una vez realizado el análisis general, los podemos clasificar por:

• Alimentación del refrigerante: de expansión directa, inundados o sobrealimentados.
• Tipo de construcción: de tubo descubierto, de superficie de placa o aleteados.
• Enfriamiento de líquido: de doble tubo, serpentín en casco o acorazados.

Los más comunes son los de expansión directa, los cuales se clasifican en evaporadores murales, cúbicos, de plafón, centrífugos, estáticos y por agua.

¿Cómo funciona un evaporador?

Antes de que el refrigerante llegue al evaporador se expande en una válvula que genera una bajada de presión cuando entra en el evaporador. Genera cambios en el fluido y provoca una bajada de la temperatura. Una vez que el refrigerante se encuentra en el evaporador a baja presión y temperatura, el medio absorbe el calor y el refrigerante sale vaporizado.

Los evaporadores tienen un sistema de desescarche para evitar que se forme hielo no deseado.

En ZELSIO ofrecemos una amplia gama de evaporadores y marcas para su instalación. No dude en consultarnos.