El sector vinícola tiene gran relevancia en la cultura de Española y también desde el punto de vista económico y social.

La elaboración del vino hace necesario el uso y aplicación de sistemas de refrigeración. La implementación de estos sistemas de refrigeración puede alcanzar hasta el 40% del producto final.

En algunas etapas de la producción, es fundamental mantener controlada la temperatura del producto en función de cual sea el tipo de vino que se produzca. Para ello, es preciso disponer de una correcta adecuación de la temperatura y así poder optimizar la calidad, el aroma y la calidad de cada tipo de vino.

El frío es muy importante en las etapas de la elaboración del vino:

• Fermentación etílica: Se trata de un proceso que se realiza en ausencia de aire, en el que se genera alcohol y grandes cantidades de dióxido de carbono. Para la fermentación de vinos blancos se necesita una temperatura baja de entre unos 10 a 15ºC, mientras que en los tintos las necesidades son de 20 a 30ºC.
• Fermentación maloláctica: Es un proceso de eliminación de los enturbiamientos microbiológicos, óxidos y químicos. El proceso de enfriamiento es muy rápido hasta llegar a una temperatura negativa.
• Para el resto de las etapas de elaboración, la climatización del espacio donde se elabora el vino es fundamental mantenerlo de 13ºC a 17ºC.

¿Cómo se controla la temperatura de la fermentación?

La fermentación alcohólica  se produce mediante la instalación de enfriadoras de agua. Los depósitos  donde se fermenta el vino, son de acero inoxidable y tienen un serpentín adherido al depósito, por el que pasa agua fría entre 7 y -10ºC, dependiendo de cuál sea el tipo de vino y su estado de fermentación.

El proceso de envejecimiento es otro elemento importante en la elaboración de los vinos.

El frío en estas etapas permite regular la temperatura, mantenerla constante  y controlar la humedad en las bodegas.

En las bodegas de crianza, reservas y grandes reservas se necesitan las siguientes condiciones:

• Temperatura estable comprendida entre 14 a 17 ºC.
• Humedad relativa entre 75 y 80%.
• Velocidad baja de aire o prácticamente nula.
• Renovación de aire para la eliminación de CO2.

Para conseguir las temperaturas mencionadas, serán necesarios equipos de producción de agua fría y fan coils, además, es importante un aporte extra de humedad.

En conclusión, la refrigeración y la climatización de las bodegas durante el proceso de la elaboración del vino son sumamente importantes para todo su proceso productivo.