Humedad, polvo, bacterias… ya sabes, ¿ventilar una casa no solo es necesario, sino obligatorio si queremos mantener un nivel de vida saludable en nuestros propios hogares? El cuerpo necesita respirar aire limpio y no se acumulan toxinas diariamente en ninguna habitación de la casa. Pero si bien entendemos la teoría, la verdad es que no la ponemos en práctica. Nos olvidamos de ventilar nuestra casa todos los días, o lo hacemos mal sin pensar en la forma más adecuada y eficiente de llevar a cabo esta sencilla tarea doméstica.

Ventilar una casa

Seguir las recomendaciones generales de ventilación está a nuestro alcance. Considere la pregunta que nuestras madres y abuelas nos repiten día tras día: «¿Tu habitación está ventilada?» Con eso en mente, estamos a mitad de camino. Malos olores, ambiente vibrante, calor, gérmenes… todo sale volando por la ventana a la hora de ventilar la casa. Por supuesto, algunas pautas básicas son necesarias para lograr nuestros objetivos de la manera más efectiva.

¿Cómo ventilar una casa de manera correcta y eficiente?

Aunque no lo parezca, diez minutos son suficientes para ventilar la casa y permitir que todos los organismos que amenazan nuestra salud escapen. De hecho, este tiempo es más efectivo que la aireación parcial a lo largo del día, especialmente en invierno. Pero no importa en qué época del año estemos, debemos abrir nuestras ventanas todas las mañanas, o al menos cuando podamos ir a casa el tiempo suficiente para purificar el aire. Buena ventilación a través de:

Aire natural.

Siempre que existan alternativas al aire artificial, debemos optar por ellas. En este sentido, una de las mejores sugerencias es crear flujo cruzado en la casa, abriendo puertas y ventanas. Como resultado, el aire limpio del exterior de la casa circula más rápido entre todas las habitaciones de la casa, purificando el ambiente.

Entre 10 y 20 minutos, a veces varias veces al día. Según la época del año, dejar las ventanas abiertas todo el día puede resultar contraproducente. Por ello, utilizar ventilación instantánea, pequeños ciclos a lo largo del día ayuda a que se libere la humedad, los malos olores, etc.

Buen aislamiento de los cerramientos.

Tan importante es abrir las ventanas para ventilar como cerrarlas herméticamente para evitar un mayor consumo de energía. Las ventanas de PVC Premium evitan el riesgo de grietas o aberturas innecesarias. La estanqueidad de estos sistemas de cerramiento le permite decidir cuál es el momento ideal para permitir que el aire y el calor interno escapen al exterior, abrir completamente las hojas o inclinar las hojas. Las últimas novedades en ventanas de PVC ahora incluyen también la posibilidad de intercambio de aire sin necesidad de abrir la coraza. ¿Cómo? Mediante sistema de ventilación integrado en el perfil de PVC. El mecanismo regula automáticamente el flujo de aire sin pérdida de energía.

Para una ventilación eficiente en verano, lo mejor es abrir la ventana a primera hora de la mañana; en invierno, lo mejor es lograr el intercambio de aire en el menor tiempo posible para evitar que el calor excesivo se escape de la habitación.

Problemas que puede causar la ventilación de la casa

Inconscientemente, respiramos sustancias nocivas para nuestra salud en casa, en la oficina, en la escuela o en cualquier espacio cerrado donde realizamos nuestra rutina diaria. ¿Cómo nos puede afectar la mala ventilación de nuestras casas?

El exceso de humedad puede aumentar el riesgo de problemas respiratorios.

 Un ambiente desagradable lleno de polvo, bacterias y otros microorganismos puede exacerbar enfermedades como el asma.

 Los gases de escape de estufas, fogones, calentadores… provocan dolores de cabeza, de garganta, de ojos, mareos…